SIN TÍTULO

1997 Sin Título, Instituto Departamental de Bellas Artes, Cali.


La idea de esta muestra partió de los artistas Juan Mejía y Wilson Díaz, ellos consiguieron una casa deshabitada y convocaron a los estudiantes de Bellas Artes para montar una exposición, con obras realizadas en sus clases.

En ese entonces el tema que estaba trabajando era el “aborto”, tema difícil ese, decidir si uno está de acuerdo o no y sentar una posición frente a esta problemática; me pregunte entonces, el porqué había escogido este tema y respondí: ¡cada proyecto que uno arranca y no se concluye es un aborto! y finalmente eso pasó con este trabajo… lo dejé a un lado.
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Sin Título, 1997, 20 x 25 cm. c/u, acrílico sobre cartón

ALFONSO OSPINA

"COLOR Y SONIDO URBANO DEL TRÓPICO MESTIZO"

Nacido en Tuluá en el año de 1952, dibujante nato por herencia y entorno familiar. Desde la niñez se destaco como dibujante. En la adolescencia ya ganaba dinero en su oficio de lápices, carboncillo, tintas y plumilla; aprendió a ser autónomo e independiente, haciendo trabajos a sus compañeros del colegio.

Galería Magenta, Buga.

En el ambiente universitario del Tolima se reconoce como artista del dibujo y pintura, estudia en la Facultad de Artes, donde conoció las vidas y obras de Wilfredo Lang y Picasso, el cubismo, el surrealismo, el futurismo y se encontró con el color y la escuela del óleo que demarcaron su producción artística figurativa de puntos, líneas, empastes, texturas y veladuras, más allá de su primigenio gusto por el matérico, hacia horizontes promisorios, no nombrados y desconocidos, más allá de la noche. Es licenciado en Educación Artística, ha realizado exposiciones en Ibagué, Bogotá, Cali, Tuluá y Holanda. En la obra de Alfonso Ospina sucede una particular fusión entre lo rural y lo urbano, lo criollo, lo indígena, lo negro, lo masculino y lo femenino. El autor mezcla conocimientos, temas, técnicas para crear su propia iconografía de seres orgánicos e inorgánicos, figurados algunos con imaginación barroca para expresar el atiborramiento social que no deja espacios vacíos, lugares para simplemente transcurrir y ser.

Sus obras están pobladas de raíces, exuberancias tropicales, formas selváticas, atmosferas lunares, etéreas, naturales y urbanas, mujeres, brujos, hechicería, personajes anónimos marginados, como bultos cubiertos con periódicos sin identidad, seres de corporeidad y estética híbrida, masculina y femenina. La vida misma como tal es el tema central de su trabajo pictórico, nutrido de lo místico de la cultura indígena y lo vital de la cultura negra. Nos cuenta historias en Series como "Tensiones" y "Blues", donde aparecen respectivamente, la violencia urbana e identidad necesarias para la abstracción y el sincretismo musical de la cultura negra en suelo americano, como un estar vital que resiste con espiritualidad creativa la barbarie que no ha terminado.









Serie desplazados
“El orden establecido”
2010


Por: Alba Lucía Tamayo García

Fernando Botero

Medellín, Colombia (1932). Pintor, escultor.


Considerado el pintor vivo más importante de nuestro tiempo. Su obra se caracteriza por la obesidad de sus personajes, la desproporción humana, frutal, floral, animal. Hace una crítica irónica y sutil de la sociedad. Su pintura produce una alegría inmensa en el espectador y transmite un humor especial que conserva siempre altísimas calidades de gran pintura.

A continuación, algunos comentarios y frases que encontré de él en diferentes libros y revistas, para aproximarnos más a su lenguaje pictórico:

“Soy un trabajador incansable; no considero la pintura un trabajo, no es una obligación, lo hago por placer; no he encontrado más que me divierta más que pintar”.

“El arte es espiritual, un respiro inmaterial de las dificultades de la vida”.


“Quiero hacer buena pintura, según lo que considero el gran arte. El arte es la reflexión de una vida, tratando de buscar la excelencia y las grandes virtudes. Cada pintor interpreta y crea en una forma diferente. Mi manera de pensar se refleja en mi trabajo, que tiene gran respeto por la tradición. A la vez, es una expresión moderna y contemporánea de la pintura”.

“Mi arte figurativo procede en cierto modo de la experiencia de la abstracción. No es el mismo modo de figuración que la anterior a la abstracción. Por ejemplo, mis composiciones parten de leyes cromáticas y de formas; en muchas ocasiones pongo un cuadro de cabeza, para percibirlo como una obra abstracta. Como consecuencia de la experiencia abstracta, colores y formas han de crearse de un modo totalmente libre. Necesito total libertad cuando se trata de proporciones; por ejemplo, si preciso una pequeña forma en algún lugar del cuadro, puedo reducir una figura”.


“Un proceso de síntesis. Antes pensaba en más cosas, como los arquitectos que hacen su primera casa y en ella ponen todas las ideas de la escuela de arquitectura, pero cuando son maduros sólo utilizan una. Al principio uno quiere todo: el color de Matisse, la construcción de Picasso, la pincelada de Van Gogh y resulta un pastiche tremendo. Después se da cuenta de que hay que utilizar lo menos posible, las herramientas indispensables, y tratar de interpretar lo más sencillo”.


“Yo he predicado siempre, y lo dije hace poco, que el arte es para dar placer y no para fastidiar o angustiar al público. ¿Quién ha visto un cuadro impresionista triste? ¿Cuándo se ha visto un Tiziano triste, un Velázquez triste? La gran pintura tiene una actitud positiva ante la vida. Yo estaba en contra de ese arte que se convierte en testigo de su tiempo como arma de combate. Pero en vista de la magnitud del drama que vive Colombia, llegó el momento en el que sentí la obligación moral de dejar un testimonio sobre un momento irracional de nuestra historia. No aspiro a que estos cuadros vayan a arreglar nada, porque sé muy bien que el arte no cambia nada, los responsables de los cambios son los políticos. Solo pretendo dejar testimonio de un artista que vivió y sintió su país y su tiempo. Es como decir: “Miren la locura en que vivimos, que esto no se repita”. No estoy haciendo arte comprometido, ese arte que aspira a cambiar las cosas, porque no creo en eso”.

“Hoy en día me considero más pintor que escultor, en el sentido de que he dedicado más tiempo de mi vida a la pintura. La diferencia entre pintura y escultura es que cuando pinto un cuadro sólo yo intervengo, sin embargo, en una escultura pueden llegar a intervenir varias manos artesanas”.

“Uno no sabe hasta el mismo día qué va a pintar. De pronto digo: ‘este tema me apasiona, voy a hacer algo sobre él’, y ya está. Lo maravilloso del arte es no saber qué vendrá”.

“El estilo es el reflejo de las ideas de un pintor.”

“Para mí, tuvo una gran importancia una personalidad como Rivera. A los jóvenes pintores centroamericanos nos enseñaba la posibilidad de crear un arte no colonizado por Europa. Lo mestizo me atraía, esa mezcla de cultura autóctona y española”.

“Cuando se observa un cuadro, es importante reconocer de dónde procede el placer. Para mí es la alegría de vivir unida a la sensualidad de las formas. Por esto, mi problema es expresar sensualidad por medio de formas”.

“Mis esculturas no tienen un mensaje específico, ni social ni de ningún otro tipo. No creo que el arte pueda cambiar la situación política. Mis esculturas no tienen ningún significado simbólico. Solo me intereso por las formas, por las superficies suaves y redondas, que subrayan la sensualidad de mi obra”.

CARLOS ARTURO ZÚÑIGA REYES

"El 8 de Noviembre de 1973 nace Carlos Arturo, el menor de cinco (5) hijos, en un hogar lleno de ilusiones por ese nuevo ser que llegaba a alegrar con sus risas y travesuras la vida de sus cuatro hermanos y de sus padres.

Su hermana mayor (12 años), con el deseo de recibirlo asistió al hospital para ser la primera en tenerlo en sus brazos. Ya afloraba en ella ese amor maternal, propio de las mujeres; fue feliz y se admiró de ver ese pequeño en su regazo.

Desde ese instante se estableció entre ella y su hermanito un lazo de amor y protección, tal vez por ser el menor. Así se determinó que sería su madrina de bautizo.

El niño fue creciendo en medio de juegos y enseñanzas de sus cuatro hermanos mayores, pues todos se creían con derecho a educarlo.

A pesar de ser el hijo menor, desde siempre demostró independencia en sus decisiones. En casa ha sido muy sencillo, poco exigente, comprensivo, se ha dejado orientar sin rebeldías. En el colegio tuvo buenas relaciones con sus compañeros y maestros.

Callado, de temperamento fuerte pero sin rencores. Aunque demuestra poco sus afectos ama y respeta a las personas que lo rodean.

Amante de la música y las artes, puede pasar horas leyendo y estudiando sus autores predilectos.

Cuando hace algún trabajo no le gusta ser interrumpido, se exige mucho a sí mismo para que las cosas le queden bien elaboradas. En asuntos de su interés gasta tiempo y concentración, pero se distrae sino llena sus expectativas. Agradecido por los favores que se le prestan y se caracteriza por su gran humildad".

Por: NELLY REYES DE ZÚÑIGA, OCTUBRE 4 DE 1996

PINTURA ROJA


2007, Acrílico sobre tela, 57 x 47 cm.

Kasimir Malevich

Cuadrado negro sobre fondo blanco
Óleo sobre tela


Cuando observé este cuadro por primera vez, mentalmente me dije: “Es un cuadrado negro sobre un fondo blanco… ¡no más…!”

Antes de ver la exposición estaba a la expectativa, pues había leído de su importancia para el arte, por lo que exclame: “¡Huy… como que estoy atrasado unos 100 años!”, porque tuve la misma reacción que tuvo la sociedad de esa época, como lo menciona Kasimir Malevich en 1927:

“Cuando en el año 1913, en mi afán desesperado por liberar al arte del lastre de lo objetivo, huí hacia la forma del cuadrado y expuse una pintura que no representaba otra cosa que un cuadrángulo negro sobre una superficie blanca, la crítica, y con ella la sociedad, suspiraron: “todo lo que hemos amado se ha perdido: estamos en un desierto (...) ¡Ante nosotros hay un cuadrado negro sobre un fondo blanco!" Para la crítica y la sociedad, el cuadrado aparecía como algo incomprensible y peligroso (...) y no se podía esperar otra cosa”.

Me di a la tarea de investigar más y al leer algunos de sus escritos para poder entender ese trabajo, encontré algo que (no recuerdo la fuente) decía: “los suprematistas no observan ni tocan, sienten”. K. Malevich

Entendí entonces que debemos ser sensibles, todo nos dice algo, hasta lo más simple. Muchas veces no disfrutamos los pequeños detalles, por estar pensando en las actividades del diario acontecer, cuando solo basta detener la mente, olvidar el juicio, el análisis racional y percibir el instante en sí mismo, contemplando el objeto, dejándonos llevar por los secretos del alma que encierran todas las cosas.

Kasimir Malevich (1878-1933) artista ruso que en su vida artística pasó rápidamente de la figuración a la abstracción pasando por el futurismo. Malevich buscó formas puras, simples, que no podía encontrar en la naturaleza, con un gran misticismo detrás; dio así un paso más en la historia del arte, creando el Suprematismo.

Suprematismo: Tendencia estilística desarrollada por Malevich a partir de 1915, cuya forma básica es el cuadrado. Este nuevo símbolo permite reproducir sentimientos. Para expresar las sensaciones, se emplean formas geométricas puras y abstractas.

Mi primera exposición:

1997 DO IT realizada en el Instituto Departamental de Bellas Artes, Cali.

La Idea surgió del curador francés Hans Ulrich Obrist quien convocó a 12 artistas (7 europeos, 2 latinoamericanos y 3 norteamericanos) para realizar DO IT (Cada uno de ellos definieron las instrucciones para la producción de su obra, ideas que circularon por varios países).

El artista José Horacio Martínez lideró este proyecto en Cali, quien se encargó de seleccionar a los estudiantes de Bellas Artes para desarrollar DO IT y gracias a esa decisión efectué mi primera exposición, que bien no siendo una obra propia, tuve la experiencia del montaje y elaboración de una exposición.

Me atrajo las instrucciones del artista francés Jean Jacques Rullier (nacido en 1962), porque en esos momentos me interesaba lo que pasaba con las obras de arte originales y sus reproducciones, qué vacío o ruido dejaban en el espectador, al no poder enfrentar un original y tener que conformarse con una reproducción, pues nunca se sabe a ciencia cierta que tan fiel es.

Las instrucciones del artista fueron las siguientes:

“El proyecto pretende que cada museo cree una cadena ilimitada de copias. Cada museo deberá hallar un (o una) copista que producirá un dibujo que se transmitirá a una segunda persona. La persona que recibe la imagen la recopiará y entregará su versión a una tercera persona, que a su vez, transmitirá su propia copia. Procediendo de esta manera se tratará de alcanzar la mayor cantidad posible de copias transmitidas. La última imagen producida se convierte en cada caso en modelo para la siguiente.
El museo expondrá la serie en el orden de su realización. Toda persona puede participar en la cadena, sin ninguna limitación a los artistas.
La primera imagen podría ser un cuadro explicativo de alguna acción específica. Por ejemplo, el esquema que ilustra la manera de actuar ante una situación que exige aplicar los primeros auxilios.
El museo intentará realizar la mayor publicidad posible a esta situación”.


Nota: Disculpen por no mostrar la foto de la obra cometida, en ese entonces no me preocupaba llevar registro.

VENTANA

2006. 50 x 50 cm. Acrílico sobre lienzo.


Ventana...
...Contemplación distraída que abre la mente con la finalidad de proporcionar luz y ventilación al espíritu.