NARRACIÓN VISUAL


1999 NARRACIÓN VISUAL, Oesum, Cali.


No busqué apropiarme de otra obra, ni copiarla, como tampoco hacer un ejercicio didáctico. Solo deseé crear mi obra a partir de la reflexión de: qué sucede en la brecha que separa la obra original de su fotografía, entre las intenciones del autor y lo que capta el espectador.


“Cuando los museos parecen tan lejanos, los libros de arte parecen constituir la única manera para poder conocer de cerca a los grandes artistas”. Anónimo.

Cuando niño dibujaba obras de grandes maestros a partir de fotografías, grabados, estampas y otros medios de reproducción. Al entrar a estudiar artes plásticas esperaba conocer y entender todas las obras que había visto en los libros pero encontré una serie de ausencias, las cuales generaron vacíos al saber que no iba a tener fácil acceso a estas pinturas por estar en museos a millas de distancia y como sustitutos sólo tenía imágenes que me daban una visión aproximada de la obra llevándome ante un abismo que impedía entender qué era la pintura.


Esta deficiencia me llevó a cuestionar la educación artística llevada a cabo casi siempre con imágenes fotográficas y sin armas para entender la obra más allá de ellas, esto nos induce a una comprensión muy fragmentada de la pintura. Comencé por reflexionar sobre la diferencia que había entre el original y su reproducción, me di cuenta que aunque es el mejor medio para acercarnos a una obra que no podemos enfrentar directamente, existe mucha diferencia entre ambas.


En la reproducción de una pintura, no sentimos la pincelada, no vemos los colores como realmente son, no nos sorprendemos por un formato gigantesco ni entramos en la intimidad de un pequeño cuadro y por supuesto, las intenciones del autor, la esencia de la obra, se nos escapan fácilmente.


"Toda una legión de estudiosos y estudiantes de las artes hemos entrado en contacto con las grandes obras a través de las imágenes estampadas. En la mayoría de los casos... sólo nos han logrado transmitir una sombra llena de "ruidos" de lo que en realidad era la pieza madre"
Daniel Giralt-Mirade.


Investigando al respecto encontré que desde tiempos de la colonia a los pintores les mandaban grabados o dibujos de obras europeas y ellos coloreaban o copiaban las madonas enviadas desde lejos mezcladas a veces con elementos de la región. Al copiar algo, por lo general no lo hacemos como lo haría una máquina, sino que le añadimos algo nuestro. Me di cuenta que el tener que ver ciertas pinturas famosas sólo por su fotografía, podría ser una disculpa para no salir adelante, o irónicamente, una ventaja si sabía cómo aprovecharla.


Entonces realice una serie de pinturas a partir de unos catálogos que me envió mi hermano desde España. Estas exposiciones que ansiaba ver y a las que no tenía acceso fueron mi punto de partida. Cada pintura fue un fragmento tomado de estos catálogos, ilustrando no sólo una parte de la imagen, sino concretando lo que entendí de las exposiciones, mi comprensión de las obras, mi punto de vista.


No sé si logré el objetivo de hacer reflexionar sobre este problema, pero creo que unos cuantos se cuestionan acerca de la pintura y son más conscientes de las limitaciones que implica su reproducción.